Cuando los últimos días de agosto se supo que Ford renunciaba al PERTE que ya tenía aprobado provisionalmente, todo el sector de la automoción en España contuvo la respiración. Había muchos planes asociados a este proyecto estratégico, e Industrias Alegre se encontraba entre quienes se habían agrupado en torno a la propuesta. De la trascendencia de esta retirada y del futuro inmediato de la compañía hablamos con Enrique Careaga, nuestro director general.

Cuando Ford se retiró del PERTE, ¿en qué situación dejó al resto de las empresas asociadas al proyecto?

Hay 106 millones de euros que se pierden de las subvenciones que habían sido provisionalmente aprobadas. Ford se llevaba una gran parte de ellas, pero aún había una cantidad importante para el resto y nos ha dejado a todos sin acceso a las mismas.

¿Cómo afecta concretamente a Industrias Alegre?

Al plantearnos el marco de la empresa en cuestiones de innovación y transformación tecnológica, habíamos decidido diversificar nuestra acción en dos PERTEs. Uno era el de Ford y el otro, en el que tenemos un papel protagonista, es Ecomóvil23. Este segundo tiene a Faurecia como empresa tractora y en él participamos varias compañías más. Los dos PERTEs estaban previstos como proyectos alternativos, no complementarios y podían funcionar de manera independiente. Eso implica que una parte de los planes de innovación de nuestra empresa la hemos podido salvar; la otra parte, que hubiera supuesto recibir 1.630.000 euros en subvenciones y cerca de 250.000 en préstamos es la que se ha quedado en el aire.

¿Eso significa que se cancela una parte de los planes de Industrias Alegre?

No. En estos momentos no está en nuestra estrategia cancelar los proyectos de innovación, porque no iban ligados cien por cien a un proyecto de Ford. En ese consorcio había empresas que, si Ford no arrancaba con su proyecto de coche eléctrico, no podían hacer nada; pero ese no era nuestro caso, porque nuestros proyectos están orientados de forma genérica al vehículo eléctrico. Y tenemos muy claro que Industrias Alegre va a continuar con esos proyectos de innovación a pesar de todo. No vamos a cancelar nuestros planes; lo que sucede ahora es que tenemos que trabajar intensamente para encontrar la financiación que nos permita recuperar gran parte de los gastos en los que va a incurrir la compañía.

¿Qué innovaciones puede ofrecer al sector una industria pequeña como es esta?

Nosotros somos una empresa pequeña en comparación con los grandes grupos del sector, pero, utilizando el argot del deporte, diré que trabajamos en primera división. Y jugar en primera división implica que tenemos que estar preparados y estructurados igual que un equipo grande. Tenemos que abordar previsiones de crecimiento y de futuro en función de nuestro tamaño, por supuesto, pero trabajamos para poder dar respuestas a todas las exigencias que plantea el vehículo del futuro. Y nosotros somos capaces, dentro de lo humildes que podamos ser dentro de esta primera división, de proponer alternativas y ser un socio fiable para nuestros clientes, demostrando que tecnológicamente somos capaces de responder e incluso superar sus expectativas. Y eso es para futuro igual que es para hoy.

¿Por eso Industrias Alegre está explorando tantos aspectos de la innovación?

El marco de innovación se ha ampliado mucho con el vehículo eléctrico y conectado. Y esos eran los proyectos que teníamos sobre la mesa a la hora de abordar los PERTEs: cajas de baterías, por ejemplo, nuevos polímeros o sustitución de materiales metálicos por plásticos para reducir el peso de los vehículos eléctricos… Todos eran planes orientados a la movilidad del futuro y relativos a tecnología y producto. Pero luego hay otra parte menos visible que es la innovación en los sistemas productivos, que es un aspecto en el que ya venimos trabajando; y también estamos haciendo innovaciones organizacionales y abordando, entre otros aspectos, la eficiencia energética o avanzando hacia la industria digital y conectada.

¿Estas innovaciones van a asegurar una buena relación con Ford?

Nuestro movimiento va más allá de Ford. Es cierto que esta es ‒por usar el lenguaje de los PERTE‒ una empresa tractora, pero en Industrias Alegre estamos orientados a aportar valor a nuestros clientes y convertirnos en una empresa mucho más global en clientes y en mercados.