En Industrias Alegre seguimos consolidando una idea sencilla pero decisiva: el talento no es un eslogan, es una estrategia. Hace unos días celebramos la clausura de la segunda promoción de la I.Alegre Talent Academy, el programa creado para desarrollar y fortalecer competencias profesionales y alinearlas con los retos de la compañía.

Han sido dos años de recorrido y 128 horas de formación durante los cuales las personas participantes han trabajado una combinación de conocimientos, habilidades y actitudes que impactan directamente en el desempeño y en la capacidad de la organización para avanzar con solidez.

Un itinerario diseñado para crecer y para aplicar

Porque nuestra Talent Academy es algo más que un curso “para saber más”: es un itinerario para hacer mejor: entender el negocio, ordenar prioridades, comunicar con impacto, liderar equipos, negociar, gestionar proyectos y navegar el cambio con agilidad. Por eso, en el programa se han impartido módulos que reflejan el mapa de competencias que exige nuestro entorno y que van desde orientación a resultados hasta las habilidades de negociación pasando por industria 4.0 y finanzas para no financieros.

Y, tratándose de una segunda edición, el programa se ha actualizado con dos módulos que responden a tendencias claras: uno dedicado a realizar presentaciones efectivas con ayuda de IA y otro a los hábitos Covey (los famosos 7 hábitos de la gente altamente efectiva).

Una academia con acento internacional y mirada transversal

Uno de los valores más visibles de esta promoción ha sido la representación de diferentes áreas y departamentos, con participación desde Albal y Polonia. La compresa sabe que compaginar la formación con las responsabilidades diarias de la empresa no es tarea fácil. Por eso, el nivel de implicación mostrado por los y las participantes durante estos meses habla, sobre todo, de compromiso.

El grupo que ha completado esta segunda promoción estaba compuesto por Kamil Baran, de calidad (Polonia), Rosa Belda, de operaciones – logística (Albal), Alejandro Espert, de ingeniería y procesos (Albal), Dominik Grzelak, de procesos (Polonia), Sonia Gregorio, comercial (Albal), Magdalena Kaczmarczyk, de RR. HH. (Polonia) y Violeta Kuzmina, de calidad (Albal).

Y la última sesión, fuera del aula

Las sesiones de trabajo se han desarrollado mayoritariamente en nuestras instalaciones, en un aula de formación. Sin embargo, la última jornada se diseñó con un objetivo adicional: subir un punto la experiencia y favorecer la participación en un entorno más distendido. Así, aunque el formato se mantuvo como “aula”, incorporó dinámicas de grupo y un contexto diferente que ayudó a aterrizar el módulo final de Teamwork: colaboración real, escucha activa, coordinación y cohesión.

El acto de cierre tuvo lugar el 11 de diciembre y contó con la presencia del CEO corporativo, Enrique Careaga y de nuestra presidenta Doña Natalia Olmos. Junto a ellos y representando a la propiedad, estuvieron Miguel y Natalia Alegre. Su presencia propició un encuentro cercano, con palabras de reconocimiento y un gesto que importa: la entrega personal de diplomas a los participantes.

Lo que se llevan: aprendizaje, equipo y propósito

Si hay un indicador claro del valor de un programa así, es lo que dicen quienes lo han vivido. Estos son algunos testimonios recogidos tras la clausura:

Para Sonia Gregorio, “ha sido muy enriquecedor compartir conocimientos, experiencias y trabajo en equipo… y trabajar no solo con nuestros compañeros en Valencia, sino también con nuestros colegas en Polonia.” Y Violeta Kuzmina destaca cómo “a través de esta iniciativa, podemos ver que la empresa está invirtiendo en nuestro futuro, apoyando nuestro desarrollo personal y profesional.”

En el terreno personal, Rosa Belda entiende que “lo mejor ha sido descubrir cómo adaptarme a nuevos desafíos, desarrollar resiliencia, adquirir una visión más estratégica” Y cierra con una cita inspiradora: “me voy a dormir con un sueño y me despierto con un propósito”.

Dominik Grzelak también ha vivido la experiencia de forma muy personal y siente agradecimiento “por la oportunidad de mejorar mi comportamiento y mi actitud… y poder aplicarlo en el futuro dentro de la empresa y en mi vida personal”.

Magdalena Kaczmarczyk tiene una visión también positiva del programa porque, dice: “me ha abierto los ojos a aspectos muy importantes de mi vida personal y profesional… juntos hemos creado algo increíble.”

También señala el trabajo conjunto Kamil Baran, contento de que “este grupo ha creado un equipo sólido… y además he mejorado mi inglés; todo ha sido útil”. E incluso Alejandro Espert, menos optimista en un principio, está contento con el resultado: “Al principio no estaba seguro, pero ahora estoy muy contento de haberlo completado”.

Un pilar más en nuestra estrategia de personas

Y si la satisfacción es evidente entre los participantes, no lo es menos en el departamento organizador, el de Recursos Humanos, que traslada la enhorabuena al alumnado y su agradecimiento a formadores, mentores y responsables, responsables del éxito del programa.

Ese equipo cierra un ciclo, pero inicia otro porque la I.Alegre Talent Academy ya prepara una nueva edición. El proyecto continúa creciendo para promover la formación continua, acelerar el desarrollo profesional y promover el talento interno.